domingo, 6 de febrero de 2011

Escuela latinoamericana de la comunicación:

La Escuela Latinoamericana de la Comunicación (ELC) es una corriente teórica de este campo relativamente nueva, pues surgió a mediados del siglo XX -específicamente en la década de 1960- como una respuesta a las influencias de las corrientes europeas y francesas y a los intentos de las corrientes norteamericanas de imponerse en la región. Estos intentos de las escuelas estadounidenses tuvieron pocas repercusiones e influencias en los países de América Latina, principalmente por la barrera del idioma que los separa.
Esta escuela, de acuerdo con información recopilada, vino de la mano de la creación de escuelas de periodismo en Argentina y Brasil. De esta forma, el desarrollo de los estudios de peridismo influenció más esta corriente que otras disciplinas, como la linguistica y la sociología, que han sido determinantes para otras corrientes de estudio.
Uno de los distintivos de esta escuela es que le hace un frente muy importante a las influencias de los Estados Unidos sobre latinoamérica porque se interpretó que estas favorecían al actante emisor sobre el receptor como un ente pasivo y manipulable  y un consumo horizontal de la información. Pero, a pesar de ese rechazo a que los Estados Unidos se intersara en los mass media latinoamericanos a través de las influencias del teórico Harold Laswell y sus estudios de propaganda, el desarrollo de la ELC sí se vio influenciado por las corrientes europeas marxistas  garcias a la Escuela de Frankfurt y la religión católica, específicamente a través de la llamada Teología de la Liberción.
Asimismo, el titular de la cátedra Unesco de la Comunicación, José Marqués de Melo sostiene que los estudios de periodismo y la llegada de universidades a América Latina para formalizar esta educación, son elementos básicos en la creación de los paradigmas de la ELC.



Las autoridades de la comunicación en Latinoamérica
Casi todos los precursores, por la naturaleza del desarrollo de esta línea de pensamiento, son personas relacionadas con los estudios de periodismo y las universidades. Aquí mencionamos solo dos, pero son muchos los que se mantienen en la educación de escuela latinoamericana aún con la amenaza de la globalización, los cambios en la producción, consumo, lectura y estudios de la comunicación en estos tiempos.
El estudioso boliviano Luis Ramiro Beltrán, quien es considerado como uno de los precursores de la escuela latinoamericana de la comunicación criticó esas influencias estadounidenses y su intento por imponer en la región paradigmas que son ajenos a la realidad socioeconómica de los países que componen América del Sur. Por ello, Beltrán interpretó tales influencias como intentos de dominio comprobó cuantitanivamente que la información era controlada por dos agencias de base estadounidenses, United Presss International  y Associated Press.
La Unesco, para la década de 1970, lo nombró asesor de la Reunión de Expertos en Políticas de la Comunciación de América Latina y sus hallazgos fueron utilizados como base para crear las Políticas Nacionales de Comunicación (PNC). Beltrán también fue parte de la definición de lo que se conoce como Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (Nomic).
La ELC también fue fundamental en la fundación del Centro Internacional de Estudios Superiores de la Comunicación para América Latina (Ciespal) en Quito, Ecuador, uno de los centros de estudios de las teorías de la comunicación en el mundo entero.
De otra parte, el belga nacionalizado chileno Armand Mattelart fue parte escencial del desarrollo de la ELC aunque su participación en los trabajos de la Unesco le trajeron fuertes críticas debido a su relación con la política activa de latinoamérica, aunque es uno de los más prominentes comunicólogos reconocidos mundialmente. Su aaportación principal a esta corriente han sido sus estudios sobre la construcción de imaginarios en la industia cultural de la región.

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